Tuve el grato
honor de participar en el foro: “Las Gestas Patrióticas y la Identidad Nacional”,
que se realizó el pasado miércoles 23 de
octubre, en el auditorio de Ricaurte Soler de la Facultad de Comunicación
Social de la Universidad de Panamá.
En el mismo, los expositores,
Eduardo Flores , Ana Elena Porras y Ricardo Ríos, abordaron con un alto nivel
de pertinencia los temas: Las contribuciones de la Universidad de Panamá a las
Gestas Patrióticas; El Instituto Nacional y sus aportes en las luchas por
nuestra soberanía y La importancia de la valoración histórica para la
conformación de nuestra identidad nacional.
Al respeto,
expreso mis felicitaciones a la Asociación de Estudiantes de Comunicación por
tan feliz iniciativa, misma que puso en evidencia los intentos de las políticas
públicas del último lustro por intentar acallar y anular las voces juveniles en
pro del rescate de nuestra identidad nacional.
Nuestro país no es
un invento de cuatro años, muy por el contrario es la sumatoria de todas las
voces interétnicas que a lo largo de generaciones lucharon por heredarnos el
Panamá en que hoy vivimos, libre de injerencias militares extranjeras y con una
identidad propia, producto de esa lucha generacional por el rescate de nuestra
soberanía territorial, que tuvo su clímax el 9 de enero de 1964, cuando los
estudiantes del siempre glorioso Instituto Nacional al de Panamá, hicieron
valer nuestros derechos en la franja canalera al tiempo que granjearon para
nuestro país el respeto de la comunidad internacional.
El Panamá que
heredamos y en el cual vivimos todas y todos es el resultado de dicha lucha y
no podemos invalidar los esfuerzos de las gestas patrióticas que a lo largo de
la época republicana, realizaron esos heroicos conciudadanos que a través del túnel del tiempo, nos invitan a
investigar tales hechos históricos, mismos que identifican sucesos como el
Incidente de la Tajada de Sandía, enfrentamientos, protestas, marchas estudiantiles
y populares, acciones de repudio general en contra del intervencionismo
norteamericano en Panamá, rechazo a los tratados lesivos a nuestra soberanía,
siembra de banderas, rompimiento de relaciones diplomáticas y tantos otros
hechos que simbolizan una lucha generacional integral que nos condujo a la
recuperación de nuestro Canal y con él, nuestra dignidad e identidad nacional.
Lastimosamente,
nuestros gobernantes en materia educativa, improvisan con personal neófito en
dicha especialidad, con autoridades carentes de visión histórica y, por ende,
tales carencias, les impiden ver con claridad la importancia que tiene para
nuestros discentes, el conocimiento fiel de nuestro pasado. No se trata de
vivir en el pasado. De lo que se trata es de comprender y asimilar que si no sabemos
de dónde venimos y hacia dónde vamos, corremos el riesgo de llegar sin saber a
dónde y lo que es peor, no saber cuándo llegamos porque desconocemos la meta.
Quizás es por ello
que el Ministerio de Educación esté empecinado en acallar
las voces institutoras, sobre
todo en momentos en que nos avocamos a celebrar 50 años de la gesta patriótica
del 9 de enero de 1964. La eliminación de la cátedra de relaciones entre Panamá
y los Estados Unidos, disfrazada con otros ejes curriculares; los intentos por
no abordar científicamente los sucesos históricos que, en sumatoria, consolidan
nuestra nacionalidad y el irrespeto que ha sufrido la educación panameña
durante los últimos años, que la ha privado de la verdadera misión y visión que
debe tener un buen Ministerio de Educación, que en vez de administrar, orientar
y dar ejemplo de sensatez a los discentes a nivel nacional, se toma las
liviandades propias de la barbarie y la intolerancia, invadiendo militarmente,
cuál hordas salvajes, un centro educativo. ¿Cuál será la agenda oculta de
los anti pensadores de esta nefasta
acción? ¿Pensarán que acallando las voces juveniles institutoras o de cualquier
colegio lograrán des identificar al país? ¿Puede un pueblo vivir sin historia,
sin su pasado de luchas y sin aspiraciones?
Me quedo con el
enfoque del institutor- porque somos aguiluchos para siempre- Jorge Zúñiga Sánchez cuando expresó que
el glorioso Instituto Nacional no nació para complacer gobernantes ni
partidos políticos, ni para ciudadanos serviles a los poderosos. Por el contrario, en todo momento sus
profesores han sido consecuentes formando jóvenes con una profunda conciencia
patriótica, y con un marcado sentido social. Es por ello que el Instituto
Nacional no gradúa bachilleres sino ciudadanos
comprometidos con el bienestar de la Patria.
Es bueno reflexionar frente a tales acciones que ponen en peligro nuestro
sentido de pertenencia y de identidad nacional.
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