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| Evo Morales, Presidente de la República de Bolivia. |
Por: Luis Flórez Karica.
Días atrás los gobiernos de Portugal, España, Italia y Francia participaron de uno de los ataques a la diplomacia internacional más infames que se hayan cometido hasta ahora, de hecho, no hay precedentes de algo parecido en la historia de la aviación.
Una nave oficial, nada más y nada menos que el avión presidencial de la República de Bolivia, con el agravante de que su presidente iba a bordo, se le fue negado el paso en el espacio aéreo de estos cuatro países por el hecho de suponer, que a bordo, viajaba el espía norteamericano Snowden.
No voy a entrar en explicar las faltas o delitos que haya cometido Snowden en los Estados Unidos, y que no son delitos en los demás países que conforman la comunidad internacional. Solo voy a referirme a lo que considero es uno de los más grandes atropellos que se haya cometido en perjuicio de un mandatario.
El avión presidencial de un país goza de los mismos fueros, inmunidades y privilegios que tiene una embajada. En vuelo, el Fuerza Aérea Boliviana 1 (FAB1) es territorio de Bolivia en movimiento, por ende, debiera tener paso expedito en los cielos del globo, aun cuando el Presidente se le antoje invitar a su avión a un enemigo de otro gobierno, pues como dije anteriormente, es territorio boliviano en movimiento, y la República de Bolivia es un estado soberano.
Dado que la actividad aérea es cuidadosamente regulada, un cambio de itinerario de vuelo pone en riesgo a la tripulación y pasajeros del avión, entre ellos el Presidente Morales, pues hay que diseñar en segundos una ruta alterna que no se interponga en el itinerario de otros vuelos, sobre todo en los cielos de Europa que son bien congestionados. Para suerte del FAB1, Austria le abrió su espacio aéreo y pudieron aterrizar sin contratiempos para luego esperar a que los servicios de inteligencia de los Estados Unidos les diera la gana de autorizar su salida (Evo estuvo atrapado en Viena 13 horas).
Curiosamente, los países que deberían sentirse aludidos por los reportes de espionaje y violación a la privacidad son los que agreden directamente a un mandatario que regresaba de una misión oficial de Rusia, y que no tiene nada que ver con el caso Snowden pues su gobierno no es el que viola la privacidad de sus ciudadanos.
Pero lo más trascendental de la odisea de Evo, un diplomático español intenta hacer revisar la nave a lo que Evo en todo su derecho manifiesta “No soy un ladrón… Nadie va a revisar mi avión”.
Este grave incidente muy bien pudiera terminar en el rompimiento de las relaciones diplomáticas de estos 4 países de Europa con Bolivia, y junto con este, Ecuador, Venezuela y Argentina, cuyos mandatarios se reunieron con urgencia en Cochabamba para hacer público su malestar y tomar acciones.
Apoyo rotundamente los esfuerzos que hace el gobierno de los Estados Unidos por fortalecer su seguridad nacional, pero estos no se pueden sostener sobre la inseguridad de los demás países de la comunidad internacional.
Es necesario que los gobiernos de Portugal, España, Francia e Italia le brinden una disculpa pública a Latinoamérica, y sobre todo, es necesario que le pidan las explicaciones al gobierno de Obama para que brinden detalles de la profundidad de los espionajes realizados a sus gobiernos.
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